He tenido tan mala suerte durante el último año que me he vuelto supersticiosa. Últimamente hasta pienso que me han echado un mal de ojo. O eso, o que soy más mala persona de lo que pienso, y que el tiempo me está devolviendo el daño que le he hecho a los demás. No levanto cabeza, y ya me empiezo a cansar de esta historia. Entre tú y la maldita gente que vive en esta ciudad ya no puedo más.
Estoy pensando en huir de aquí, largarme lejos y borrarlo todo de una sacudida. No quiero ser ingenua, no será tan fácil, pero al menos si será el principio de mi camino hacia la felicidad. O largarme o resignarme a ser una amargada y no fiarme nunca más de nadie.
Porque ahora mismo estoy tocada y hundida.
sábado, 18 de febrero de 2012
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2 comentarios:
No soy precisamente un optimista; me he sentido como tú te sientes no una, sino mil veces; todos tenemos un centro de gravedad físico que nos mantiene estables pero, al tiempo, las emociones escapan a toda lógica, no es algo que nos pase a ti y a mí, esos equilibrios en el filo de la decepción son casi universales.
Pero casi todas las personas superan estos periodos a estricciones y, aunque es un tópico inmenso, jamás podrás huir de ti misma, ni siquiera si te vas a China.
No hay recetas mágicas, pero te sugeriría que hagas lo que hago yo: sal a la calle y busca sonrisas; olvídate de la gente en general y fíjate en una persona en particular, los demás haz que no existan, solo que hagan bulto y ya está.
Me gusta lo que dices, escribes bien y eres sincera.
Creo que irte no solucionaría mucho ya que gente idiota te la encuentras por doquier.
A veces la vida nos pone retos, y nos plantea cosas de las que no creemos merecedores (así que no es que te lo hayas buscado tú, sino que todo son una especie de pruebas para crecer y aprender a ser mejor persona).
Hablando de ojos, fíjate en esos que te miran con simpatía por la calle, que seguro que los hay y a los males de ojo que les den ;)
Por último... si te tienen que tocar que sea con amor, y no para hundirte, así que ya sabes delante de cada crítica o cada impertinente, indiferencia (ya sabes aquello de... no hay mayor desprecio, que no hacer aprecio).
P.D. Yo también te sigo, aunque no comente. Ánimos S!
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